(Dolores Hidalgo, Guanajuato, 1926 – Ciudad de México, 1973) Cantante y compositor mexicano. Dotado de una extraordinaria fecundidad creativa, fue uno de los más destacados representantes de la canción ranchera. Temas como El rey, su canción más popular, le hicieron famoso en México y en todo el mundo.
Hijo de Agustín Jiménez y Carmen Sandoval. Tuvo tres hermanos y cuatro medio hermanos.
Llegó a la capital mexicana a los 8 años al fallecer su padre, en compañía de su tía Refugio Sandoval (la tía Cuca), a la que veía como su segunda madre. Se establecieron en la Colonia Santa María la Ribera.
Compuso sus primeras canciones a los 14 años. Fue jugador de futbol en el equipo Marte de Primera División y trabajo como mesero en el restaurante yucateco La Sirena, en el cual, gracias a su amistad con el hijo del dueño, que era el guitarrista del trío Los Rebeldes, pudo poner a prueba sus dotes de cantante y compositor.
En 1948 cantó por primera vez en la XEX y algunos meses después logró cantar en la famosa emisora XEW, acompañado por el trío Los Rebeldes. Su triunfo definitivo lo alcanzó en 1950, año en que Andrés Huesca y sus Costeños grabaron su canción titulada Yo, pieza musical que se convirtió, rápidamente, en el primero de una larga serie, como Ella.
https://youtu.be/csWym0cvt0I
En 1948, acompañado por el trío Los Rebeldes, José Alfredo Jiménez cantó por vez primera en la radio. Pero no fue hasta 1950 que comenzó a ganar celebridad gracias a su canción Yo (grabada por Andrés Huesca y sus Costeños), que sería el primer título de una larga lista de éxitos.
Comenzó así una fructífera carrera que lo convirtió en el más destacado compositor de canciones rancheras en México; los mejores cantantes e intérpretes se disputaban sus temas para incluirlos en su repertorio. Sus melodías fueron interpretadas por Jorge Negrete, Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía, Lola Beltrán, Javier Solís y la española María Dolores Pradera, entre otros. De entre sus canciones, son especialmente recordadas El rey, No me amenaces, Amanecí en tus brazos, Paloma querida, Caminos de Guanajuato, Caballo blanco y Un mundo raro.
José Alfredo no tenía educación musical; según Miguel Aceves Mejía, que le apadrinó en sus primeras grabaciones profesionales (siendo también padrino de su boda religiosa con Paloma Gálvez), no sabía tocar ningún instrumento y ni siquiera conocía los términos «vals» ni «tonalidad». Sin embargo, se cree que compuso más de un millar de canciones; la mayoría de ellas, interpretadas por el Mariachi Vargas de Tecalitlán, tienen arreglos del maestro Rubén Fuentes, al que José Alfredo simplemente le silbaba la melodía. Además de esas y las que él mismo grabó, muchas de sus canciones han sido interpretadas por otros cantantes mexicanos y del mundo hispano, entre los que sobresalen el ya nombrado Miguel Aceves Mejía, Amalia Mendoza, Pedro Vargas, Luis Aguilar, Javier Solís, Pedro Infante, Jorge Negrete, Vicente Fernández, Daniel Santos, Julio Iglesias, Lola Beltrán, María de Lourdes, María Dolores Pradera, Chavela Vargas, Luis Miguel, Rocío Dúrcal, Joaquín Sabina, Antonio Aguilar, Plácido Domingo, Lucha Villa, Jorge Valente, Mari Trini, Enrique Bunbury, Juan Gabriel, Alicia Juárez, entre muchos otros.
José Alfredo convivió en sus últimos años de vida con la entonces joven cantante mexicana Alicia Juárez, a quien conoció en 1966, cuando ella tenía 17 años, y con la que se casó en 1970. Con ella grabó un álbum en 1972.
Cantó por todo el país y trabajó en el teatro, la televisión y la radio, tanto en México como en el extranjero, y desde los años cincuenta, muchos de sus temas fueron incluidos en cintas cinematográficas, como Tú y las nubes. En 1950 ganó el trofeo Disco de Oro. Realizó intervenciones musicales y caracterizaciones en muchos filmes. En 1951 participó en la película Martín Corona, a la que siguieron otros títulos como Póker de ases y Ni pobres ni ricos (1952), Los aventureros y la fiera, ambas rodadas en 1954, Camino de Guanajuato (1955), Guitarras de medianoche, La feria de San Marcos y Mis padres se divorcian, las tres realizadas en 1957, El hombre del alazán y Ferias de México, en 1958.
La música de José Alfredo Jiménez arraigó profundamente en el gusto popular mexicano. Sus composiciones adquirieron una enorme popularidad gracias a la belleza y simplicidad de sus letras y melodías y a la expresión sincera y directa de sentimientos con los que el público podía sentirse fácilmente identificado. Verdaderamente el compositor supo plasmar, con realismo y emoción contenida, el amor y el desamor, la nostalgia por la vida campesina, y, en definitiva, toda la gama de los sentimientos humanos, incluyendo el odio, la rabia o el desengaño, así como la ternura y magia que extraía a menudo de cualquier escena en apariencia insignificante de la vida cotidiana.
Se casó con Paloma Gálvez con quien tuvo dos hijos, José Alfredo y Paloma. Posteriormente, en la relación que sostuvo con Mary Medel, procrearon 4 hijos, Guadalupe, José Antonio, Martha y José Alfredo.
José Alfredo Jiménez murió en la Ciudad de México, el 23 de noviembre de 1973, a la edad de 47 años, a consecuencia de la cirrosis hepática que padecía desde hacía años. Sus restos descansan en el cementerio de su pueblo natal, tal y como anticipó en su canción «Caminos de Guanajuato».
PERO SIGUE SIENDO EL REY!!!
(sigo siendo el rey (2)
El Rey
Yo sé bien que estoy afuera
Pero el día que yo me muera
Sé que tendrás que llorar
Llorar y llorar
Llorar y llorar
Dirás que no me quisiste
Pero vas a estar muy triste Y así te vas a quedar
Con dinero y sin dinero
Hago siempre lo que quiero
Y mi palabra es la ley
No tengo trono ni reina
Ni nadie que me comprenda
Pero sigo siendo el rey
Una piedra en el camino
Me enseñó que mi destino
Era rodar y rodar
Y después me dijo un arriero
Que no hay que llegar primero
Pero hay que saber llegar
Con dinero y sin dinero
Hago siempre lo que quiero
Y mi palabra es la ley
No tengo trono ni reina
Ni nadie quien me comprenda
Pero sigo siendo el rey
José Alfredo Jiménez
Dolores Hidalgo Guanajuato
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